Fracking, fractura hidráulica o hidrofractura es una técnica para extraer gas y petróleo del subsuelo y, si, el nombre suena tan feo como sus consecuencias.

Se hace una perforación en la tierra, primero de forma vertical (de 1 a 5 kilómetros) y luego de forma horizontal (de 1 a 1.5 kilómetros) hasta llegar al gas y petróleo para proceder con su extracción.

Suena simple, ¿verdad? Se perfora y el recurso sale por el mismo camino. PERO NO, no es tan fácil, lamentablemente es una técnica dañina.

Cuando la perforación se completa, se insertan productos químicos a presión y se realizan explosiones para favorecer la extracción. Estas acciones generan grietas en el subsuelo a lo largo de todos los kilómetros de perforación. Los productos químicos, que son altamente contaminantes, comienzan a fugar a través de todas las grietas que se formaron.

En consecuencia:

- Como los productos químicos requieren de agua para ser movilizados, perdemos increíbles cantidades de agua limpia que terminan siendo contaminadas.

- Se degrada la calidad del aire por los gases y productos químicos que fugan a la superficie.

- Las aguas subterráneas (acuíferos), aptas para consumo humano, también son contaminadas por las fugas tóxicas que salen de la perforación y las grietas.

- Sumado a casos de sismos, contaminación auditiva y radiación, estamos hablando de un grave daño a la salud de las personas.

Este es un ejemplo más de todo lo que se hace por mantener el consumo de combustibles fósiles. Muchas personas alrededor del mundo se movilizan en contra de esta técnica que en algunos países está prohibida y en otros regulada. Sin embargo, en nuestro Perú, un país de muchos recursos energéticos, no tenemos ninguna legislación que nos proteja de que, en cualquier momento, esta técnica comience a ser implementada.

Tú puedes tomar acción ahora mismo, firmando por una #LeyEnSerio contra el #CambioClimático.

#DontFrackWithMyLand